El domingo es mi capullo de resacas, me refugio entre las sábanas cuando la cama todavía está tibia, y me transformo lentamente... Comienzo a reptar por las paredes de mi mente, las garras empiezan a crecer y la sed de sangre es cada vez más intensa. Un agujero en el techo me ayudaría a escapar, pero el proceso nunca me proporciona alas. Ahora soy un ser extraño, otro quizas no tan diferente... suena el timbre. Necesito alejarme de la luz o acercarme a ella? Escapar de esta prisión es la única solución que conozco.
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