En este viaje de reconocimiento me he encontrado con muchas cosas nuevas, la gente de este planeta es difícil de entender y mi presencia en este lugar se vuelve cada vez más incómoda. Aunque todavía puedo reconocer algunas cosas en común con mi planeta de origen, como la luz solar y este vientito que entra por la ventana. El otoño se presenta apacible, con un poco de suerte mi mente y mi cuerpo se amolden como lo vinieron haciendo todo este tiempo y estas angustias no sean más que una transición.
Saludos marcianos,
Capitana Raquel Ochmoneck.
No hay comentarios:
Publicar un comentario